Ubicación: Mandjinao, comuna de Bouroum-Bouroum (Burkina Faso).
Estado: Finalizado
Duración: 2021-2022
Proyecto de apoyo a la resiliencia de la Asociación de mujeres de Mandjinao.
Coste total del proyecto: 19.959,96 euros
Proyecto cofinanciado:
- Ayuntamiento de Aspe: 10.645,47 euros
- Ayuntamiento de Teror: 6.167,91 euros.
- Ayuntamiento de Palma del Río: 812,50 euros
- Financiación propia (ADP + Sitouri): 2.334,09 euros
Queremos destacar que está pendiente de cobro tanto la financiación del Ayuntamiento de Aspe como la del Ayuntamiento de Palma del Río, con lo que dicha financiación ha sido adelantada con fondos propios de CIM Burkina gracias a las aportaciones de personas socias y otras donantes, por lo que queremos poner en valor una vez más la generosidad de todas las personas que nos apoyan, sin cuya generosidad, solidaridad y altruismo, este tipo de proyectos no sería posible.
La agrupación de mujeres de Mandjinao se denomina ‘’Sitouri’’, palabra en lengua lobiri que significa “Somos aceptadas”, y se crea el 15/10/2010 al amparo de la APFG (Asociación para la Promoción de la Mujer en Gaoua). La APFG es una potente asociación de mujeres que lucha por los derechos de las mismas en múltiples ámbitos, que además es una de nuestra contrapartes más potentes.
¿Dónde se sitúa este proyecto?
Mandjinao es un pueblo ubicado a 4 km de Bouroum-Bouroum, comuna rural ubicada a 20 km de Gaoua, capital de la región suroeste de Burkina Faso. Bouroum-Bouroum se encuentra a 350 km de la capital, Uagadugú, y a 200 km de Bobo-Dioulasso, la segunda ciudad más grande de Burkina Faso.
A través de una asociación alemana, y con apoyo de la APFG, se implementó un huerto de una hectárea para las mujeres de “Sitorui” hace ahora tres años. Este huerto es explotado por las 80 mujeres de la asociación, lo que les ayuda discretamente en la mejora de la alimentación de sus hogares, pero la idea es ir más allá, de manera que se pueda convertir en una actividad generadora de beneficios que les permita mejorar sus condiciones de vida, poder pagar los gastos de educación de sus hijas e hijos, así como los gastos sanitarios de sus familias, contribuyendo del mismo modo al desarrollo local, por lo que el objetivo de este proyecto es implementar un molino, construir un almacén y un pozo, así como dotar de diversas herramientas e utensilios, así como la impartición de formación avanzada en horticultura.
Las vías de acceso a las diferentes zonas rurales circundantes son complicadas por no estar asfaltadas y por carecer de desarrollo de infraestructuras básicas. El agua y la luz no existen más que en los núcleos urbanos más poblados y aun en ellos, no llega a todas partes. En Mandjinao no hay electricidad.
Como ocurre en la mayoría de los países del Sur, la desigualdad de género en el acceso a la formación, a la propiedad de la tierra y al ejercicio de los derechos de la persona, hacen imprescindible tener un enfoque especial y una particular sensibilidad hacia la importancia de la formación y capacitación de las mujeres. Estas son el verdadero sustento y pilar de los grupos familiares, así como la garantía de la vida cotidiana de sus hijas/os.
La comuna rural de Bouroum-Bouroum enfrenta ciertas dificultades; entre otras, el problema latente de subdivisión (bloqueos en la asignación de parcelas), la recolección del mercado tradicional, la gestión de disputas de tierras y problemas severos de agua. El actual alcalde Koko Momo, elegido el 16 de junio de 2017 al final de las elecciones complementarias, lanza un llamamiento a todos los hijos e hijas de la ciudad para su unión en torno a proyectos de desarrollo rural, como el que ahora presentamos.
Las mujeres de Mandjinao se encuentran en una situación muy precaria, con una economía de subsistencia mantenida con el huerto que la APFG, junto a una ONG alemana, implementaron en 2017 que apenas les da para dicha economía de subsistencia, aunque les garantizan la alimentación, lo que queda muy lejos de una posibilidad real de desarrollo si no disponen de los medios adecuados.
¿En qué consiste este proyecto?
Este proyecto consiste en la implementación de un pozo, un molino y un almacén (más el refuerzo de su formación y dotación de herramientas), con los que las posibilidades de desarrollo se abren de una manera clara y eficaz.
Adjuntamos dos vídeos: uno de ellos con una visión general del huerto; el otro es una entrevista sobre las necesidades de estos elementos qaue ahora hemos podido abordar.
La implementación del huerto pudo finalizarse en mayo de 2.021.
Adjuntamos dos vídeos:
- Proceso de implementación del pozo: https://youtu.be/YluMQKb4jBk
- Pozo ya implementado y agradecimiento de las mujeres: https://www.youtube.com/watch?v=olK2Y2yigP0&t=14s
La ausencia de agua en el entorno obligaba a estas mujeres a caminar entre 5 y 7 km. diarios para la obtención del agua necesaria para regar el huerto. Esto suponía, no solo una grave dureza del trabajo que les causa graves problemas de salud en los huesos y la espalda con el paso de los años debido a la carga, sino también una gran pérdida de tiempo y, por tanto, de efectividad y eficiencia, que no les permitía el mantenimiento adecuado del huerto. El tiempo empleado en la búsqueda de agua ahora puede dedicarse al mejor y más dedicado mantenimiento del huerto
Al margen de ello, el acceso a agua potable mejora sin ningún lugar a dudas las condiciones de higiene general de la comunidad. Aunque de sobra es conocida la importancia del agua limpia y potable para la sanidad e higiene, en estos tiempos quedan patentes de una manera casi vergonzante las consecuencias que una pandemia del calibre del Covid19 como la que sufrimos en estos tiempos, puede tener en una población que carece de lo más fundamental: el agua. Por ello, y gracias a las donaciones de socias y socios, hemos podido financiar el pozo.
La implementación del molino (ahora en construcción) les permite asimismo ejecutar in-situ el trabajo de moler el maíz, el mijo, las hojas comestibles de determinados árboles y plantas locales (baobab, moringa, neré), cacahuete, chufa, etc. y poder ofrecerlo al mercado local. Actualmente, para vender estos productos se ven obligadas a ir caminando hasta el molino situado en Bouroum-Bouroum (situado a 4 km. de Mandjinao, como ya se ha explicado), pagar por el servicio y volver caminando a Mandjinao. Esto hace que la rentabilidad que se podría sacar a la venta de estos productos, se desvanezca.
La técnica de este molino consiste en un arranque manual, tras el cual el molino se mantendrá funcionando con un pequeño motor alimentado por los combustibles locales habituales, con la idea de, en una siguiente fase del proyecto, poder implementar unas pequeñas placas solares que le den la energía suficiente para mantenerlo.
Y por último, la existencia de un almacén de stockage es fundamental, junto con los otros dos elementos, para realmente poder aumentar de manera considerable sus ventas y por tanto, sus beneficios y el desarrollo rural sostenible. Dado el clima de la región y la ausencia de lugar donde guardar los productos, estos tienen que ser vendidos tras la cosecha correspondiente, sin posibilidad de poder ofrecer ventas al por mayor a los mercados de localidades vecinas. Con su funcionamiento actual solo pueden hacer pequeñas ventas en el mercado local de Mandjinao para el consumo diario de las familias (que prácticamente son sus mismas familias), o bien desplazarse al mercado de Bouroum-Bouroum o, en el mejor de los casos, al de Gaoua, situado a 12 km., y siempre caminando, con la esperanza de vender la producción del día en dichos mercados. Esto convierte la actividad en completamente ineficiente y de una penabilidad tremenda para las mujeres de la asociación.
Con el almacén, la posibilidad de tener guardado stock de múltiples productos hortofrutícolas supondría que podrían vender in-situ a los mayoristas que vienen en muchos casos desde Ghana (a unos 18 km. dada la cercanía de la frontera y de que muchos comerciantes la cruzan para adquirir sus productos), a las mujeres que venden en el mercado de Gaoua, quienes se proveen de sus productos en Diébougou (a 50 km., mucho más lejos que Bouroum-Bouroum, que se sitúa a 12 km. de Gaoua como henos indicado) y a otros comerciantes de mercados locales, de modo que, además de vender al por mayor, no tendrían necesidad de desplazarse. También a estos comerciantes podrían venderles los productos molidos en su propio molino.
El triángulo de los tres elementos comentados (pozo, molino y almacén) para la implementación global del proyecto, sustentado a su vez por el refuerzo en la formación, garantiza el poder alcanzar un desarrollo económico que vaya más allá de la mera subsistencia, que garantice unas condiciones de vida dignas y que permita pagar los gastos de escolarización de sus hijas e hijos, así como los gastos en salud de toda la familia; redundando todo ello en el desarrollo de toda la población de manera sostenible.